El Tribunal Supremo de Nueva Jersey (EE.UU.) anuló este martes la condena de 30 años dictada en 2016 a una mujer de Florida por el asesinato de su hijo de cinco años en mayo de 1991, tras considerar que la Fiscalía no reunió suficientes pruebas para demostrar que la madre había causado la muerte del menor intencionalmente, recoge la agencia AP.
Según ha trascendido, Michelle Lodzinski fue considerada como la principal sospechosa de la muerte de Timothy Wiltsey, después de que cambiara su versión en repetidas ocasiones de lo que ocurrió el día en que el niño fue visto por última vez. Años más tarde, en 2014, las autoridades de Nueva Jersey la acusaron de matar al menor luego de que las niñeras de la víctima identificaran como perteneciente a la madre una manta azul encontrada junto al cadáver. No obstante, ninguna de las pruebas presentadas fue concluyente.
«Después de revisar la totalidad de las pruebas y después de dar al Estado el beneficio de todos sus testimonios favorables y todas las inferencias favorables extraídas de ese testimonio, ningún jurado razonable podría encontrar más allá de una duda razonable que Lodzinski causó a propósito o a sabiendas la muerte de Timothy», escribió el tribunal en su dictamen. Durante su juicio de 2016 y el de apelación, la defensa argumentó que ninguna prueba forense vinculaba a la mujer con la manta y que los fiscales fallaron al presentar suficientes pruebas para demostrar su culpabilidad en la muerte del niño. Asimismo, no se pudo determinar la causa de la muerte debido al estado de descomposición del cadáver, que fue hallado en 1992 en un área pantanosa cercana a unas oficinas en las que la imputada había laborado.
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«Incluso si las pruebas sugirieran que Timothy no murió por accidente, no se ofreció ningún testimonio o prueba para distinguir si Timothy murió por los actos negligentes, imprudentes o intencionados o a sabiendas de una persona, incluso si esa persona fuera Lodzinski», reza la absolución.
«Es un gran día para el Estado de Derecho y para la propuesta de que las condenas tienen que basarse en pruebas, no en especulaciones o emociones […] Michelle está enormemente agradecida a todos los que la han apoyado durante este largo calvario», comentó Gerald Krovatin, abogado defensor, que celebró que su clienta ya no podrá ser juzgada de nuevo por el mismo crimen.