En un lapso de seis años, las niñas pueden perder alrededor de 360 días de escuela, es decir, casi un año completo, debido a la pobreza menstrual, que es la falta de acceso a productos básicos de higiene menstrual por falta de recursos económicos. Como consecuencia, una de cada 10 niñas latinoamericanas termina abandonando la escuela, de acuerdo con las estimaciones del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
Esta falta de acceso a toallas femeninas afecta la vida de niñas y adolescentes de diferentes maneras, debido a que se les hace imposible gestionar su ciclo menstrual de forma saludable y digna, una situación que se profundizó con la pandemia de covid-19.
“La pobreza menstrual impide que adolescentes vivan su vida plenamente y desarrollen su potencial”.
El 47 % de las niñas y adolescentes tuvo más dificultades para conseguir toallas sanitarias durante el confinamiento y otro 51 % afirmó que tuvo menos dinero para adquirirlas, según un estudio de 2020 en el que encuestaron a más de 3,900 niñas y adolescentes acerca de esta problemática. La investigación fue realizada por la Asociación Mundial de Niñas Guías y Niñas Exploradoras (WAGGGS, por sus siglas en inglés), una organización que se dedica a educar sobre el manejo de la higiene menstrual y a generar confianza en las niñas y adolescentes mujeres en el marco del orgullo de su período menstrual; WASH United, que trabaja en pro del acceso a agua potable, saneamiento e higiene; y U-Report, una herramienta que recopila la opinión de la niñez, la adolescencia y la juventud en temas de su interés.
Para las niñas de Centroamérica en particular, papel higiénico, medias, algodón o trapos de ropa gastada pueden convertirse en una toalla sanitaria improvisada, materiales que no fueron creados para absorber la menstruación, y dado que es necesario cambiar esa toalla femenina improvisada cuatro veces al día para evitar irritación en la piel o infecciones severas, todo ello desemboca en estrés, ansiedad, pérdida de confianza en sí mismas.
En ese sentido, Always y Cruz Roja Salvadoreña (CRS) lanzaron esta semana la segunda campaña de recolección de donación de toallas femeninas, denominada «Chica Ayuda Chica» con la que esperan recolectar unas 17,000 para entregarlas a las zonas más vulnerables, previamente identificadas por el departamento de Inclusión Social de la CRS.