Según God Reports, las dos cadetes de la Academia Militar de los Estados Unidos (USMA) podrían haber esperado a un clima más cálido o haberse bautizado en el sótano de una capilla del campus, pero ambos consideraron que la elección estaba clara.
«El sótano casi parecía ocultar mi fe, ya que pocas personas podían asistir y celebrar conmigo las cosas buenas que Dios ha hecho», dijo Parker.
Según ella, esto supondría una gran oportunidad para compartir esta experiencia y a Cristo con otras personas que quizá no se hayan planteado asistir a la iglesia.
«No quería esperar más para mostrar a los demás lo que Dios ha hecho por mí y lo que Dios puede hacer, y por eso decidí bautizarme en las aguas heladas. No podía esperar más para mostrar a los demás toda su grandeza, pero también para proclamar a Dios que soy suya, que le acojo en mi corazón y que quiero seguirle», dijo Ma.
Austin, quien también es misionero de la Junta de Misiones Norteamericanas (NAMB), bautizó a las cadetes en presencia de 60 espectadores que se situaron a orillas del Hudson para presenciar cómo las dos mujeres compartían sus testimonios y recibían el bautismo.
