El presidente de Argentina, Alberto Fernández, declaró este martes en el juicio que se lleva a cabo en contra de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y en el que se investiga si benefició con millonarios contratos de obra pública al empresario Lázaro Báez.
«Definitivamente no», respondió el mandatario cuando se le preguntó si la expresidenta encabezó una «asociación ilícita» para defraudar al Estado al repartir de manera arbitraria los recursos públicos durante sus dos gobiernos (2007-2011 y 2011-2015) con el fin de privilegiar al Grupo Austral, la empresa constructora que Báez tenía en la patagónica provincia de Santa Cruz.
«Hay una suerte de fantasía de que dos personas se juntaban y decían: ‘mandémosle plata a alguien’ y que eso ocurría sin ningún tipo de control. Eso es imposible, por eso me llama la atención el requerimiento de acusación contra Cristina», agregó.
Fernández, quien se convirtió este martes en el testigo más importante de una de las principales causas judiciales que involucran a la vicepresidenta, acudió a los tribunales de Comodoro Py, en la ciudad de Buenos Aires, en donde se llevó a cabo una audiencia que fue en parte virtual.