SAMURAI VIVO DEMUESTRA FALSA INFORMACIÓN SOBRE FOSA DE CHALCHUAPA.
En el 2021, un medio de comunicación publicó que Juan José Castillo, alias “Samurai”, había sido encontrado en la fosa de Chalchuapa, citando declaraciones del entonces director de la PNC, Mauricio Arriaza Chicas, quien ya falleció. Según esta información, Samurai estaba entre los cuerpos enterrados en la casa del asesino de la agente Carla Ayala, un caso que generó conmoción nacional y dejó la sensación de que las investigaciones policiales estaban bajo control absoluto de las autoridades.
Samurai pertenecía al GRP, la unidad élite de la PNC, que estaba bajo el mando de Arriaza Chicas en 2017, y en cuya base fue vista por última vez la agente Carla Ayala durante la fiesta de fin de año. La cercanía del exagente a esta unidad y los crímenes que se le atribuyen, incluyendo su relación con la muerte de Ayala, colocan al caso en un contexto de alta gravedad institucional, donde la línea entre delincuencia y encubrimiento parece haberse difuminado.
Sin embargo, la realidad cambió drásticamente: Samurai fue capturado en California, Estados Unidos, demostrando que nunca estuvo muerto. Este hecho no solo desmiente la versión difundida por Arriaza Chicas y replicada por medios en 2021, sino que también abre un gran interrogante sobre cómo pudo mantenerse durante años una información incorrecta sobre su paradero. La población ahora se cuestiona si hubo intencionalidad o simple negligencia en la difusión de esa versión.
El misterio que rodea a Samurai va más allá de su fuga: ¿qué sabe sobre la red de sicariato dentro de la PNC y los crímenes ocurridos en Chalchuapa? Su captura plantea dudas sobre posibles encubrimientos internos, complicidades y la protección de individuos vinculados a graves delitos, que podrían haber motivado la difusión de la falsa información sobre su muerte. La ciudadanía espera respuestas claras sobre estos hechos.
Además, se sabe que los vecinos de la casa donde se encontraba la fosa eran agentes activos de la PNC, quienes supuestamente no reportaron actividad sospechosa ni cumplieron con la orden de arresto vigente contra Samurai. Esto genera aún más preguntas sobre la posible protección interna y las fallas en la rendición de cuentas dentro de la institución policial, mostrando que la impunidad aún puede tener espacios dentro del Estado.
La captura de Samurai no solo desmiente lo que se dijo en 2021, sino que reabre todo un expediente de dudas y secretos que podrían salir a la luz ahora que está bajo custodia de Estados Unidos. Esperamos que las autoridades trabajen en este caso y lo traigan para que pague por su crimen.
